martes, 11 de marzo de 2014

La Lu(ch/n)a es el único camino

Hace tiempo vi una pintada en una pared: “La luna es el único camino”. Me pareció algo arrebatadoramente hermoso, sobre todo en estos tiempos donde lo estético o lo poético está tan desvalorado. Al acercarme a ella me di cuenta de que mi miopía, o quizás mi exceso de imaginación, me había gastado una mala pasada y que la pintada realmente decía “La lucha es el único camino”.



He recordado todo esto al llegar a España. El proyecto en el Albergue “Hermanos en el Camino” ha llegado a su fin para mí, allí en Ciudad Ixtepec. Queda tarea y un tiempo en el que seguiremos conectados con las labores y con este mismo espacio donde restan varias historias que contar. Pero ya he vuelto. Y no puedo decir que tuviera muchas ganas de hacerlo. Sí, llega el calor terrible a aquella zona, la rutina empezaba a hacerse latente en muchas de nuestras acciones, el día a día comenzaba a ser  más conocido de lo conveniente para mantener la ilusión a tope, la gente que me quiere por aquí demandaba cada vez más mi presencia... Pero no. Sinceramente no tenía demasiadas ganas de volver.

La lucha que me transmitían l@s habitantes del Albergue cada día es algo que tendré presente durante mucho tiempo porque no había recibido mejor lección de ello antes. Pero también la luna. El cielo de Ixtepec es limpio como pocos  he visto. La luna está acostada, no como aquí que es una mentirosa que cuando tiene forma de “C” decrece y cuando la tiene de “D” crece. Allí no miente porque está acostada y nunca sabía si crecía o decrecía. La lucha por los sueños se reflejaba en una luna relajada y clara que no me mentía porque no era capaz de sentirme con fuerzas de preguntarle nada.



Decía Gabriel Celaya que la poesía es un arma cargada de futuro. Allí la lucha no deja tiempo para la poesía. Aparentemente. Eso creía. Eso creí mucho tiempo. Pero no hay nada más poético que perseguir los sueños, por muy duro o imposible que parezca alcanzarlos. Y en el Albergue la gente no hace otra cosa que eso. Luchar. Buscar la luna.

Hoy, simbólico 11 de Marzo, me despertó de la realidad mezquina de este lado del charco, una poesía en el facebook. Una poesía de Christian Bresciani:

"Yo estaba en el invierno de mi vida
Y los amigos que conocí a lo largo del camino fueron mi único verano.
Por la noche me quedaba dormido con visiones.
De mi mismo bailando, riendo y llorando con ellos.
Tras largo tiempo de escapar de mi realidad.
Y mis recuerdos que tenia de ellos eran las únicas cosas que me sostenían.
Y mis únicos momentos felices en realidad.
Yo era un poeta, que una vez tuvo el sueño de convertirse en un bello poema.
Pero después de una serie de desafortunados eventos.
Vi esos sueños truncados y dividos como un millón de estrellas en el cielo por la noche.

Que yo hubiera deseado una y otra vez, brillantes y resplandecientes.
Pero realmente no me importo.
Porque yo sabia que se necesita conseguir todo lo que una vez deseaste.
Y luego perderlo para saber que es la verdadera libertad.
Cuando la gente que conocía se enteraba de lo que había estado haciendo.
De como había vivido, me preguntaban el porque.
Pero de nada sirve hablar con gente que tiene un hogar.
Ellos no tiene ni la menor idea de lo que es buscar seguridad en otras personas.
Por un hogar donde poder recostar tu cabeza.
Siempre he sido un tanto inusual.
Mi madre me dijo una vez que tenia un alma de camaleón.
Sin brújula moral que apunte directamente hacia el norte.
Sin personalidad fija.
Solo una indecisión interior que era tan ancha y tan vacilante como el océano.
Y si dijera que no tenia intención de convertirme de esta manera estaría mintiendo.
Porque yo nací para ser alguien mas.
No tengo nada pero indudablemente lo deseo todo.
El que tuvo y lo perdió todo y por sobretodo el que no se arrepiente de nada.
Con una quemadura por cada experiencia. Y una obsesión por la libertad.
Me aterrorice hasta el punto de que ni siquiera podía hablar.
Y me empujo hacia un punto nómada de locura que me deslumbro y mareo.

Todas las noches, solía rezar a un Diosito para encontrar mi gente.
Y finalmente fue así. En el camino abierto.
No tenemos nada que perder, nada que ganar.
Nada mas que pudiéramos desear.
Excepto hacer nuestras vidas una obra de arte.
Vive Rápido.
Muere Joven.
Se Salvaje y diviértete.
Creo en la persona que puedo llegar a ser.
Y mi lema es el mismo de siempre.
"Creo en la bondad de los extraños"
Cuando estoy en guerra conmigo mismo.
¿Quien sos vos?
Estas en contacto con todas tus oscuras fantasías.
¿Has creado una vida para vos mismo donde sos libre para experimentarlas?
Yo si Ya estoy loco hasta la mierda.
PERO SOY LIBRE."



Christian es una de las personas que más me ha aportado estando allí. Es un caso diferente, casi único. Es una persona culta e inteligente. Sobre todo, muy inteligente. Sensible y amable. Con curiosidad por todo. Y muy, muy grande (en todos los sentidos). Christian es capaz de reírse y estar al nivel necesario con cualquiera. Y cuando digo con cualquiera, quiero decir con cualquiera. Sigue enganchado en el Albergue. Esperando poder seguir camino. A algún sitio donde sentirse bien, donde verse útil, donde poder continuar la vida. Se dedica a dar cariño combinando los escasos materiales disponibles para hacer las comidas el fin de semana. Lucha porque cada vez sea mejor. Lucha como tod@s y más. Pero lucha y mira la luna. Porque la luna es la mejor excusa para luchar.

Una de las mejores lecciones que se puede aprender en el Albergue “Hermanos en el Camino” es que la Lucha es el único camino. Y desde el Albergue, se ve una Luna que da sentido a casi todo tipo de Lucha...



B.S.O.: "La Poesía es un arma cargada de futuro" (Paco Ibáñez)



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